"Paroniquia: La Infección Silenciosa que Puede Deformar Tus Uñas".

La Paroniquia: Una Afección Común de los Tejidos Periungueales

La paroniquia es una infección o inflamación que afecta los tejidos blandos que rodean la uña, particularmente el pliegue un
gueal proximal o lateral. Esta condición puede presentarse de forma aguda o crónica, y su etiología varía dependiendo de la evolución y el tipo de irritación o infección presente. Es una de las afecciones más comunes relacionadas con las uñas y puede generar molestias significativas si no se aborda adecuadamente.

En la paroniquia aguda, la inflamación suele estar causada por una infección bacteriana, principalmente por Staphylococcus aureus o Streptococcus. Estos microorganismos invaden el tejido a través de pequeñas lesiones o microtraumas, como mordeduras de uñas, cortes por manicura o exposición repetida a irritantes. Los síntomas típicos incluyen enrojecimiento, hinchazón, dolor y, en algunos casos, acumulación de pus alrededor de la uña. Si la infección progresa, puede ser necesario un drenaje quirúrgico para aliviar la presión y permitir la curación.

Por otro lado, la paroniquia crónica es más persistente y suele estar relacionada con infecciones fúngicas, como las causadas por Candida albicans. Esta variante de la afección afecta comúnmente a personas expuestas a humedad constante, como trabajadores domésticos, jardineros o profesionales de la salud. En este caso, el pliegue ungueal aparece inflamado, enrojecido y engrosado, con la posibilidad de pérdida de la cutícula y cambios en la estructura de la uña.

El manejo de la paroniquia depende de su causa subyacente. En las infecciones bacterianas agudas, los antibióticos tópicos o sistémicos suelen ser efectivos, mientras que en la paroniquia crónica, los antifúngicos y la protección contra la humedad son fundamentales. Además, la prevención juega un papel crucial: mantener una buena higiene de las manos y las uñas, evitar el uso excesivo de productos químicos agresivos y proteger las manos con guantes cuando sea necesario son medidas clave para reducir el riesgo de esta afección.

En casos complicados o recurrentes, es fundamental consultar a un médico o dermatólogo, ya que un tratamiento inadecuado podría derivar en complicaciones como abscesos o deformidades permanentes de las uñas. Con una atención adecuada, la paroniquia es manejable, y el pronóstico suele ser favorable. Esta condición subraya la importancia de cuidar las uñas y los tejidos circundantes para mantener la salud y el bienestar general.

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